Reparación de lunas


La reparación de lunas de coches tiene algunas ventajas respecto a la sustitución:
Ahorro de tiempo, dado que reparar un parabrisas se consigue en apenas 30 minutos de intervención.
Respeto al medio ambiente al no generar ningún tipo de residuo y evitar una futura sustitución que requiere un tratamiento especial de reciclado.
Ahorro de dinero, ya que normalmente la reparación de lunas no afecta a la bonificación de la mayoría de las póliza de seguros.
Para poder reparar una luna parabrisas, debe cumplirse una serie de condiciones:
El tamaño del impacto del parabrisas tiene que ser inferior que una moneda de 2 euros, aproximadamente 40 mm de diámetro.
El cráter del agujero tiene que ser menor a 5 mm.
El mismo no debe encontrarse en la zona de visión directa del conductor, como referencia se toma la zona por donde pasa el limpiaparabrisas del piloto.
Los daños no deben afectar a la lámina intercalaria de polivinil butiral, que se encuentra en el interior del cristal.
El parabrisas no tiene que presentar rajas o fisuras de más de 50 mm o tener su origen en el borde del parabrisas.
No presentar roturas múltiples que presenten cráteres contiguos a distancia inferior a 10 mm, o roturas que hayan afectado a la capa inferior y superior del cristal.